3° Tercera parte, El gato con botas

3°, Tercera parte: El gato con botas

Velazquez Cintia

Fecha de entrega: lunes  4 de mayo.

1)      Releé El gato con botas. Luego, completá el siguiente cuadro.

El gato con botas es un tramposo……………

Porque engaña……	Con la intención de…….
Al conejo de campo, haciéndose el muerto
Al rey, diciéndole que el hijo del molinero se ahoga,
A los segadores, amenazándolos con “hacerlos picadillo como carne de pastel”,	Que digan que las tierras del ogro pertenecen al Marqués de Carabás.
Al ogro, pidiéndole que se transforme en ratón,

2)      Buscá en el cuento y copiá lo que dice el gato para amenazar a los campesinos. Escribí de qué página lo copiaste.

3)      ¿Para qué pide el gato botas?

4)      Escribí el encuentro del gato con el ogro.

Ayuda….”Empezá en el momento en el que el gato golpea la puerta del castillo del ogro. Pensá, antes de empezar a escribir, que lo va a leer un chico que no conoce el cuento…” ………………………………………………………………………………………………………………………………………………................ ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………. ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………. ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………. ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………. ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….

5)      Volvé a escribir esta frase separando las palabras como corresponde

·         ELHIJODEUNPOBREMOLINERO

·         UNDÍAELGATOSEENTERÓQUEELREYIBAASALIRDEPASEO

·         ALOÍRLOSGRITOS,EL REYSEASOMÓPORLAVENTANILLA

·         SETRANSFORMÓENUNRATÓNQUESEPUSOACORRERPORELSUELO

6)      Un chico de 3° se olvidó de poner las mayúsculas. Ponelas vos en los siguientes textos

el hijo del molinero se convirtió entonces en el marqués de carabás. el rey quiso que subiera a la carroza y que los acompañara en su paseo.

había una vez un molinero que, antes de morir, llamó a sus tres hijos y les dejó todos sus bienes: un molino, un asno y un gato. el reparto de la herencia se hizo enseguida, sin llamar al notario ni al procurador, pues probablemente se hubieran llevado todo el pobre patrimonio.